Desarrollamos valores

Nuestra forma de pensar y actuar se basa en el modelo de "Desarrollo de valores". Este modelo es sinónimo de una orientación hacia valores (escrito conscientemente en plural, pues no solo significa valores monetarios) que incluye empresa familiar, inteligencia en las relaciones, reinversión de beneficios en la empresa para garantizar su futuro y, sobre todo, un balance entre sostenibilidad ecológica, económica y social.

En el lado opuesto se encuentra el extendido modelo "Codicia", caracterizado por maximizar el (posiblemente) futuro valor (monetario) de la empresa, extrapolando el desarrollo del pasado al futuro, siguiendo la arrogancia de quien cree saber lo que sucederá en el mañana, la extracción máxima de beneficios y una mentalidad del tipo "coge el dinero y corre".

Desarrollo de valores significa, por ejemplo, obtener rendimientos sostenibles que sirvan de base para que la empresa pueda seguir innovando y crecer con éxito. De ese modo se asegura la capacidad de supervivencia de la empresa y la posibilidad de preservar los medios de subsistencia de las futuras generaciones.

Estamos atentos siempre y en todo lugar

Mientras que el principio "Desarrollo de valores" describe lo que hacemos, el principio "Atención" responde a la pregunta acerca de cómo desarrollamos dichos valores, a saber, con atención. Esto implica ver en los cambios un reto para la propia evolución y participar activamente en el incesante proceso de transformaciones tecnológicas y sociales. Entre otras cosas, esto presupone detectar a tiempo los cambios en el propio entorno de la empresa. Por esa razón, en WITTENSTEIN estamos atentos siempre y en todo lugar.

Estar atento significa estar alerta, vigilante y esforzarse en prestar una amplia atención a todos los fenómenos. Percibimos señales débiles y no las ignoramos, sino que les concedemos su espacio. Por esa razón nos ponemos el menor número posible de limitaciones y restricciones. La atención es una mentalidad que marca e impregna toda la vida. Solamente si estamos atentos estamos en situación de reconocer a tiempo las oportunidades que se ofrecen, pero también los riesgos inminentes, y aprovechar rápidamente las unas o minimizar los otros.

Atención significa también no dormirse en los laureles en los buenos tiempos, cuando el negocio prospera, y conformarse con lo alcanzado, sino trabajar y preocuparse intensamente por el futuro. Aquí es necesaria la autorreflexión, es decir, cuestionarse críticamente una y otra vez para no caer en la dependencia del camino recorrido.

El Grupo WITTENSTEIN es una empresa familiar. Los miembros de la familia WITTENSTEIN intentan siempre mantener el equilibrio entre intereses empresariales y familiares.

WITTENSTEIN es una empresa familiar. El patrimonio de la familia WITTENSTEIN está fuertemente ligado al Grupo WITTENSTEIN. Por consiguiente, la familia asume un alto riesgo. Familia y empresa forman una comunidad solidaria en la que ambas partes deben aceptar compromisos, asumir responsabilidades y ser fiables a fin de posibilitar un futuro a todos los participantes y a sus descendientes.

La familia WITTENSTEIN posee una declaración familiar que sirve para configurar la interacción entre accionistas, familia y empresa, de modo que la familia pueda mantener la empresa a largo plazo como negocio familiar y que todos los participantes puedan beneficiarse de ello de forma sostenible. Ser congruente con los valores es un requisito para alcanzar estos objetivos. También por esa razón, la familia acepta explícitamente en su declaración someter sus acciones a la filosofía empresarial de WITTENSTEIN.

Detrás de la empresa está la familia WITTENSTEIN con su nombre y reputación. Todos los empleados deben ser conscientes de esto en sus acciones, pues estas pueden repercutir directamente en la reputación de la familia WITTENSTEIN.

WITTENSTEIN y sus empleados aceptan un compromiso mutuo que les hace ser responsables el uno para el otro.

Una relación muy similar a la que existe entre familia y empresa, existe también entre el Grupo WITTENSTEIN y sus empleados. Ambas partes aceptan un compromiso mutuo basado en la confianza y en la fiabilidad y se hacen responsables los unos de los otros. Para la empresa WITTENSTEIN, la dignidad de sus empleados está en primer lugar, es decir, el respeto al valor de la persona y a la importancia que esta merece. Confiamos en nuestros empleados, en personas que son a la vez nuestros socios fiables. No explotamos la capacidad de trabajo de nuestros empleados, sino que nos comprometemos a mantener con ellos una relación duradera, a ampliar sus potenciales y a recurrir a ellos. Por su parte, nuestros empleados asumen responsabilidades en su trabajo, se desarrollan continuamente y son al mismo tiempo un socio fiable.

Mantenemos con nuestros clientes una relación fructífera y duradera para ambas partes trabajando con fiabilidad y responsabilidad.

Desarrollamos una relación de cooperación con nuestros clientes para que esta sea beneficiosa y duradera para ambas partes. En esta relación hacemos honor a nuestra palabra y tenemos siempre un trato justo con nuestros clientes. Ni les mentimos ni les engañamos, sino que jugamos con las cartas abiertas, pues solamente así se consigue una confianza duradera. Nuestros clientes pueden confiar plenamente en nosotros. Esto nos obliga a anticipar permanentemente las posibles necesidades de nuestros clientes y a desarrollar soluciones apropiadas que les satisfagan plenamente.

El interés general del Grupo WITTENSTEIN está por encima de los intereses particulares de las diferentes unidades del grupo.

El Grupo WITTENSTEIN es una red inteligente y sinérgica formada por muchas unidades (áreas de negocio, divisiones, el techo bajo el cual actúan los "campeones ocultos"). Cada unidad de esta red tiene sus propias metas que persigue consecuentemente, pero sin perder nunca de vista los objetivos e intereses del todo el Grupo o actuando a costa de otras unidades de la red. Por esa razón, en nuestro pensar y actuar colocamos siempre en primer lugar el interés general del Grupo WITTENSTEIN, anteponiéndolo a los intereses particulares de cada unidad. Y es que solo así es posible la supervivencia a la larga del Grupo.

Lo que se puede y debe solucionar directamente in situ (en el sentido de descentralizadamente, a nivel local), también debe solucionarse a nivel local.

La expresión "in situ" no solo significa a nivel geográfico (localmente), sino que también debe entenderse a nivel organizativo (descentralizadamente). Por supuesto que esta fórmula solo es aplicable dentro de los límites correspondientes (p. ej., otros principios empresariales, reglamentos, normas administrativas, competencias). Ejemplo: la aplicación del principio de subsidiaridad no debe eludir el principio "El interés general por delante de los intereses particulares".

La subsidiaridad ofrece, entre otras ventajas, mayor rapidez, cercanía al problema o a la tarea, mejores decisiones.

No corremos riesgos que no estamos en condiciones de afrontar.

Correr riesgos forma parte de la economía. Una innovación sin riesgos no existe, pues con cada innovación se superan límites y se entra en terreno desconocido. Los riesgos unidos a decisiones empresariales, especialmente los relacionados con el proceso de innovación, deben poder nombrarse y evaluarse. Además, es necesario definir siempre medidas para poder evitarlos o reducirlos. El riesgo residual que queda es el del que aquí hablamos. Atendiendo a nuestra responsabilidad hacia los propietarios, hacia nuestros empleados y sus familias, así como hacia las futuras generaciones, no utilizamos nunca la empresa para jugarnos el todo por el todo (en el sentido de "apostarlo todo a una carta"), es decir, no corremos ningún riesgo que no podamos afrontar con nuestras propias fuerzas en un tiempo razonable. Este principio es aplicable también a la suma de todos los riesgos (p. ej., los formados por riesgos de proceso, socioculturales y de mercado).

Las empresas del Grupo WITTENSTEIN y sus empleados respetan todas las leyes y normativas de los países en los que actúan.

Consideramos obvio el respeto a las leyes y otras normativas vigentes en los países en los que operamos empresarialmente. Pero al mismo tiempo observamos también nuestros propios marcos normativos.

Con ello no solo aportamos una contribución importante para el desarrollo del valor de la marca WITTENSTEIN, sino que también aseguramos con ello el prestigio de la familia WITTENSTEIN.

En nuestras acciones empresariales tenemos también siempre en cuenta su aceptación en la sociedad.

El bienestar de las sociedades (ya sea la pequeña comunidad de Igersheim o toda la población china) está unido estrechamente a la capacidad de desarrollar y utilizar nuevas tecnologías y productos.  WITTENSTEIN  confía en la investigación científica cuando se trata de determinar los riesgos y los beneficios de las tecnologías. Es del interés de WITTENSTEIN desarrollar, fabricar y comercializar productos y soluciones que contribuyan a largo plazo al bienestar social. Por ese motivo, en el desarrollo, la fabricación y la comercialización de nuestros productos y soluciones tenemos en cuenta, además de las necesidades de nuestros clientes, también las necesidades de la sociedad. Para ello, en todas las áreas funcionales y localizaciones impulsamos análisis detallados utilizando datos científicos y mantenemos un intercambio regular con nuestro entorno social. El objetivo de estas actividades es conseguir una amplia aceptación social de las tecnologías que utilizamos y de los productos y soluciones que ofrecemos para poder desplegar valores sobre una base sólida.