Esto asegura una transparencia sin precedentes. Los empleados podrán tomar decisiones, planificar y dirigir la producción en base a datos fiables y actualizados.

A través del control inteligente el proceso de producción puede adaptarse rápidamente a los requisitos actuales. Esto hace mucho más rentable la producción de cantidades pequeñas, amplia variedad de acabados y hasta productos individualizados y ayudará a nuestros clientes a ir por delante de la competencia.

En el proyecto participaron 4 institutos de investigación y 16 empresas industriales líderes como, por ejemplo, Siemens, Trumpf o BMW. WITTENSTEIN fue líder de consorcio y ha implementado ya en su producción urbana de Fellbach las primeras aplicaciones ejemplares de la Industria 4.0.

El proyecto de investigación finalizó en septiembre de 2015 con un acto de clausura de dos días de duración en el que se presentaron numerosos resultados a las puertas de la fábrica de demostración. Más de una docena de demostradores y ejemplos de aplicación pudieron desarrollarse e implementarse en el entorno industrial real.

El hombre como sensor: a pesar de los sensores, en la producción del futuro seguirán existiendo lagunas sensóricas. Para hacer frente a situaciones complejas, las capacidades humanas seguirán siendo indispensables.

El hombre como tomador de decisiones: la coordinación de los objetos en red puede generar conflictos. En tales situaciones el hombre debe tomar decisiones de forma rápida y cualificada.

El hombre como actor: los contenidos de trabajo en la Industria 4.0 están marcados por una alta complejidad, la individualidad del cliente y una repetitividad irregular. El hombre puede orientar su actuación de forma flexible y precisa a las respectivas necesidades.